8 de agosto de 2008

Horas de la distancia


... Si te soy sincera diré que en realidad me daba igual haber dormido poco o nada. Lo que quería era seguir sintiéndote abrazado a mi. Mientras, a las puertas de nuestro pequeño mundo no ha parado de llover, y me ha gustado tanto esa sensación que he detenido el tiempo, en silencio, para no despertarte. Sólo mi tiempo es mío. Y son malditas las horas de la distancia. Afuera sigue lloviendo, y ahora nuestro mundo está mojado porque no nos tiene, ni a ti, ni a mi... Malditas las horas de la distancia. Lejos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

La distancia nunca es buena compañera.

Y a veces distancia ya son "simples" 30 centímetros de separación...



PD: Sí, las fotos son mías, te respondí en mi blog de todas formas, gracias.