25 de enero de 2016
Cuando brillamos...
Creo que todos tenemos en la cabeza ideas y pájaros. A veces se anudan, y nacen las dudas que nos enredan los pies. Otras, en cambio, bailan libres: entonces brillamos tanto que encendemos sonrisas, personas, y hasta las estrellas.
Pies desnudos
Tenía los pies desnudos y las ideas enredadas en el pelo. Quizás por eso le gustaba tanto dudar y girar: nunca sabes cuándo vas a encontrar un cristal roto en el suelo, o va a caer una idea de la cabeza. Por qué calcular los pasos en aburrida línea recta cuando se puede bailar, tropezar, volver, caer, o saltar.
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