25 de enero de 2016

Una caja de cartón

La vida cabe en una caja de cartón. Palabras pensadas e improvisadas, tinta, cartas, viajes, remitentes, fotografías, postales, tachones, recuerdos, ciudades, abrazos, tequieros, sellos, felicitaciones, gracias, notas, direcciones, losientos, sorpresas, recortes de periódico o su primer post it en el espejo del baño. Todo cuenta. Y si hace sonreír o llorar, seguro que mereció la pena.

Cuando brillamos...

Creo que todos tenemos en la cabeza ideas y pájaros. A veces se anudan, y nacen las dudas que nos enredan los pies. Otras, en cambio, bailan libres: entonces brillamos tanto que encendemos sonrisas, personas, y hasta las estrellas.

Pies desnudos

Tenía los pies desnudos y las ideas enredadas en el pelo. Quizás por eso le gustaba tanto dudar y girar: nunca sabes cuándo vas a encontrar un cristal roto en el suelo, o va a caer una idea de la cabeza. Por qué calcular los pasos en aburrida línea recta cuando se puede bailar, tropezar, volver, caer, o saltar.