28 de agosto de 2011

Hoy, madrugo.

Llego. Madrugada. Me preguntan por ti en la calle.
Cerveza en las sandalias. Humo en el pelo. Un bar.

Otra vez. No estás.

Leo el periódico, es tan pronto -tan tarde- que ya esperaba en mi buzón.
Tres muertos en la montaña, la pizza en el horno.

Y yo, esperando que me pienses.

Yo, que disparo palabras en tu espalda.
Yo, que silencio besos en tu cama.

 ¿Tú?

1 comentario:

Sato dijo...

Lo mejor: el ¿Tú? del final