15 de agosto de 2011

Desde donde no me lees, te cuento la historia de cómo me rompí.

"... Y tú irás, poquito a poco, recogiendo todo lo que colocaste en las estanterías de la habitación que nunca tuvisteis, desapareciendo de sus sueños en una huída silenciosa. Escapando convertida ya en sombra.
Como un vaso roto metido en una bolsa de plástico. Así suenan las promesas que nunca serán cumplidas".

Te cuento las palabras. Como una medicina que cae gota a gota, serenando el sentimiento y ayudándome a respirar. Te cuento los silencios y las dudas que me empujan a matar, y a morir. Te cuento las miradas, que se perdieron entre la gente de la plaza.
Pero ya no te encuentro, perdimos el imán que tan dulcemente nos acercaba. Somos polos negativos. Rechazo. Y óxido. Te cuento, te pienso y te siento como siempre y quisiera tenerte cerca. Te tuve cerca cuando estaba lejos y ahora estoy cerca y no te tengo. Nunca, nunca, nunca fue fácil, y supimos luchar apasionados, como amantes locos que enredan sábanas. Pero en esta hora me rindo a ti. Me quedé sin fuerzas y tú no supiste sujetarme en la caída. Si tan sólo me hubieses lanzado un brazo, el brazo que te arranqué de pura rabia. Ahora ese brazo es mío. A cambio, quédate con este trozo de mi; el que no sabes ver. Veo fotos, fotos por todas partes. Fragmentos de tiempo cazados, recuerdos reducidos en imagen. Instantes de felicidad que demuestran que todo esto valió la pena. Te cuento que en ese minuto no supe lo que hacía. Que algo se rompió en mi. Te cuento que no he dejado de sangrar desde entonces. Minuto maldito que se clava y me desgarra. Estas lágrimas queman. Queman porque no supe querer a la única persona que he amado, porque la única persona que me amó no supo quererme. Desde donde no me lees, te cuento el secreto que grito a cada ausencia tuya: Es tu nombre.

Escribo, escribo y te cuento en lenguaje mudo. Por no salir, y besarte. Eres mi contradicción, lo fuiste desde que te miré a los ojos cuando me lo pediste. Sigamos andando sin buscarnos, para encontrarnos. Resolver lo que quedó pendiente. Me convierto en tu fantasma, dejé cosas por hacer. Te cuento a ti, manco, y ciego.


"Un amor tan perfecto, si no lo hubiera pensado tanto", decía una canción... ¿te acuerdas?


Hoy es 15 de agosto, chilla mi calendario mientras me sangran las ideas.

Hoy.

Y para siempre.

No hay comentarios: