Llego. Madrugada. Me preguntan por ti en la calle.
Cerveza en las sandalias. Humo en el pelo. Un bar.
Otra vez. No estás.
Leo el periódico, es tan pronto -tan tarde- que ya esperaba en mi buzón.
Tres muertos en la montaña, la pizza en el horno.
Y yo, esperando que me pienses.
Yo, que disparo palabras en tu espalda.
Yo, que silencio besos en tu cama.
¿Tú?
1 comentario:
Lo mejor: el ¿Tú? del final
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